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Castro: depresión se lleva a hermano de fallecidos tras accidente de ebrio

César Torres Paredes se habría quitado la vida en la plazuela Eduardo Frei, en el sector alto de la capital provincial.

Un inesperado y duro golpe recibió durante el día de ayer la familia del joven César Torres Paredes luego que un llamado a funcionarios policiales alertara sobre el hallazgo de una persona sin vida en la plazuela Eduardo Frei, en el sector alto Castro, que resultó ser él.


De acuerdo a información preliminar, el joven se habría quitado la vida tras sufrir una severa y silenciosa depresión gatillada eventualmente por la repentina muerte de sus dos hermanos el 10 de agosto de 2014 cuando un ebrio, identificado como Nelson Francisco Vera Cuyul, manejaba un auto robado y pasó a atropellarlos escapando del lugar.


Tal y como consignó La Opinión de Chiloé el 12 de octubre del año pasado Vera Cuyul fue condenado a 12,5 años de cárcel en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro por el delito de conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte de tres personas (los hermanos de César más una tercera víctima), dos lesionados graves y daños, denegación de auxilio en accidente de tránsito y el delito de receptación de vehículo motorizado. El sujeto actualmente está cumpliendo 11 años de pena efectiva para luego seguir con 1,5 años de reclusión nocturna domiciliaria.


Para César la tragedia de ver partir a sus hermanos habría sido difícil de llevar tomando la drástica decisión de quitarse la vida. Según indicó a Radio Estrella del Mar Karen Rosas, Fiscal de turno en Castro, "todo indica que se trata de una muerte de tipo suicida, el cadáver está siendo en estos momentos examinado externamente por parte de la Policía de Investigaciones, y luego va a ser trasladado al Servicio Médico Legal para confirmar, con la autopsia, que la muerte sea por asfixia por ahorcamiento".


El caso sobre la muerte de sus hermanos

Según se desprende del Auto de Apertura de Juicio Oral del 6 de agosto de 2015 al que tuvo acceso La Opinión de Chiloé, el día 10 de agosto de 2014, alrededor de las 4.20 horas de la madrugada, Nelson Vera Cuyul conducía en estado de ebriedad y en contra del sentido del tránsito un vehículo Station Wagon robado por calle San Martín de Castro, chocando en la intersección con calle Blanco al automóvil Chevrolet Corsa, placa patente VV-4963.


Producto del accidente, el auto chocado se desplazara de manera imprevista e irregular hacia la acera de una de las esquinas de la intersección, atropellando a Yerson Torres Paredes y Miguel Vásquez Paredes, quienes fallecieron en el lugar por un traumatismo raquídeo severo, ambos hermanos de César. Además, el copiloto del Chevrolet Corsa identificado como Juan Ancao Vásquez también falleció por un politraumatismo raquídeo, toráxico y abdominal; el conductor en tanto, identificado como Eduardo Caicheo Diaz, resultó con fractura de fémur derecho, herida cortante rodilla derecha, múltiples heridas cortantes en cuero cabelludo sangrante en plano profundo y herida en mandíbula inferior con exposición ósea, siendo, debido a su estado grave, derivado al Hospital Base de Puerto Montt, quedando en definitiva con diagnóstico de politraumatismo, TEC grave, fractura fémur derecho y fractura mandibular doble, con un tiempo de incapacidad y recuperación de 36 meses.


Por otro lado, la acompañante del causante del accidente, identificada como Claudia Burgos Aguilar, resultó con fractura de húmero derecho, con un tiempo de incapacidad y recuperación de 90 días.


Producto del impacto, el vehículo conducido por Vera Cuyul, parcialmente dañado, detuvo su marcha en calle Esmeralda a mitad de cuadra entre calle Blanco y Chacabuco. Tras ello, el condenado se dio a la fuga caminando, sin prestar auxilio a las personas que permanecían lesionadas en el lugar.


Luego de ser detenido, el examen de intoxilyzer arrojó un resultado de 1,20 gramos por mil de alcohol y al momento de la conducción el imputado lo hacía sin haber obtenido licencia de conducir alguna que lo habilitara para manejar algún tipo de vehículo motorizado, sin considerar por cierto que el auto que manejaba era robado. El resultado de la alcoholemia respectiva arrojo 1,73 gramos por mil de alcohol en la sangre al momento de la conducción.

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