A 121 km de las costas de Ancud verterían salmones muertos por bloom de algas
La presencia de ácido sulfhídrico obligaría a esta medida, dado que a altos niveles puede ser mortal para la población.
En constante monitoreo se encuentran las áreas afectadas por la Floración de Algas Nocivas (FAN) o bloom de algas, pero no sólo para determinar su grado de alcance y el nivel de impacto real sobre la biomasa de peces muertos, sino que también para analizar la evolución en los niveles de emisión de ácido sulfhídrico derivados de la descomposición de salmones, gas tóxico que es mortal para los humanos después de un contacto de una media hora a una concentración volumétrica tan baja como 0,05%.
Si bien es cierto desde SERNAPESCA y las empresas afectadas se consideraba como la última alternativa dado que los esfuerzos estaban focalizados en trasladar la mortandad hacia plantas procesadoras de aceite y harina de pescado, la detección de ácido sulfhídrico en los salmones que están siendo transportados está ad portas de activar el protocolo estándar de eliminación —ya como desechos— de los salmones para evitar cualquier riesgo a la salud humana.
Para ello, y tras lo complejo de destinar a vertederos los peces muertos, se seguirá el procedimiento indicado en el Convención de Londres que regula la eliminación de desechos en el mar a nivel internacional, tal y como el Director Nacional de SERNAPESCA, José Miguel Burgos, indicó hace un par de días cuando se refería al traslado de mortandad hacia centros de procesamiento:
"Están colaborando 12 barcos pesqueros industriales, 52 wellboats y una parte importante de la flota artesanal de Calbuco, y se ha retirado cerca de un 65% de las mortalidades de salmones desde los centros de cultivo afectados, siendo llevados a plantas de harina de la X, XI y VIII, de manera que sólo aquello que efectivamente no tengamos otra alternativa de reducción, sea destinado a la eliminación en el océano respetando las estrictas condiciones que establece el Protocolo de Londres del que Chile es parte".
El lugar elegido ya se sabría: una fosa submarina a 120,7 kilómetros mar adentro al noreste de Faro Punta Corona en Ancud (75 millas), una zona donde las corrientes marinas alejarían la carga de las costas. Se estima que del total de los 38,5 millones de kg de biomasa muerta en los 37 centros de cultivo afectados en en las Agrupaciones de Concesiones (ACS) 1, 2, 3A, 6, 7, y 10B, al menos el 28% aún no es retirado.
De acuerdo al texto de la Convention on the Prevention of Marine Pollution by Dumping of Wastes and Other Matter 1972 o simplemente Convención de Londres (con enmiendas) al que tuvo acceso La Opinión de Chiloé, el tratamiento de los desechos se encuentra regulado en los artículos 2 y 3 del texto.
Desde ya la autoridad autorizó que 300.000 kg fueran vertidos en el océano; en particular, Burgos señaló:
"Este vertimiento se realizará 75 millas mar adentro al norweste de la Isla de Chiloé. Este punto reúne las garantías técnicas de profundidad y de corrientes para no afectar actividades pesqueras, de navegación y de interés medioambiental, según lo estipulado en el Protocolo de Londres que regula el vertimiento de desechos en el mar a nivel internacional".
