Castro: sitio arqueológico en plaza de Armas complica estacionamientos subterráneos
10 millones de dólares costaría instalar 270 aparcaderos bajo la plaza en dos niveles.
El 14 de septiembre de 2012 se adjudicó a la empresa ECM Ingeniería S.A., mediante Decreto Alcaldicio n.°628, el servicio de estacionamientos en el centro de la ciudad y la licitación de la construcción de un aparcadero subterráneo bajo la Plaza de Armas de la capital provincial.
El proyecto, cuyo plazo de concesión es de 35 años, tiene un costo estimado de 10 millones de dólares y ocuparía un área aproximada de 7.476,14 metros cuadrados: a nivel de la plaza serán 91m², un subterráneo -1 de 3.899m² y un subterráneo -2 de 3.485m², con un total de 270 estacionamientos.
El 23 de septiembre de 2015 la empresa concesionaria presentó una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) bajo el título “Estacionamientos Subterráneos, Plaza de Armas de Castro” ante el Servicio de Evaluación Ambiental de la región de Los Lagos, con el fin de que al ser aprobada, comiencen las obras. Sin embargo, y según la documentación a la que tuvo acceso La Opinión de Chiloé, el pasado 3 de noviembre la repartición pública decidió poner término al procedimiento de análisis debido a que se determinó que en realidad se requería un Estudio de Impacto Ambiental.
Las razones de esta drástica decisión fueron dos: por un lado se habrían encontrado vestigios de un sitio arqueológico, por lo que son necesarios estudios más profundos; y por otro lado, dado que los trabajos se emplazarán en la zona de amortiguación del Monumento Histórico Iglesia San Francisco de Castro, se presume que podrían generar vibraciones y eventuales alteraciones que pueden dar origen a fisuraciones o en última instancia, comprometer su integridad estructural, por lo que son necesarios también estudios más detallados.
Cabe recordar que el Consejo de Monumentos Nacionales envió el Ord. CMN Nº 5913 del 28.10.2011 a la Municipalidad de Castro para indicarle que no era conveniente ni recomendable la construcción de estacionamientos subterráneos bajo la Plaza, pero igual se realizó el proceso licitatorio. Para esta repartición estatal:
"El espacio público de la Plaza de Armas y sus calles adyacentes corresponde a una zona de protección para el Monumento Histórico Iglesia San Francisco de Castro, que exige la UNESCO para todo Sitio del Patrimonio Mundial, categoría internacional de protección (…). Lo anterior, con el objetivo de generar una Zona de Amortiguación para proteger el entorno de la Iglesia, no para congelar el área, sino para regular y reglamentar, a fin de que todo futuro desarrollo se realice en armonía con el bien que se protegió".
"(...) Del mismo modo, considerando las características urbanas de ese centro histórico, y según lo indicado en el oficio en comento, no resultaría aconsejable implementar los estacionamientos subterráneos en la Plaza de Armas, debido a que esto fomentaría el uso de vehículos particulares en el sector, y por consiguiente incidir en la futura calidad ambiental de la plaza y sus espacios adyacentes. Asimismo, la propuesta de prohibir los estacionamientos superficiales e incorporar 270 unidades subterráneas, no implicará que se privilegie el uso peatonal por sobre el vehicular".
En el Informe Ejecutivo sobre la Caracterización Arqueológica de la Plaza de Castro que presentó la empresa dentro del DIA, se realizó una prospección en el área de emplazamiento de los estacionamientos con 30 pozos de sondeo de 1m² y de 200 cm de profundidad, que dieron cuenta del hallazgo de un sitio arqueológico compuesto principalmente por tejas, botijas, vidrios, restos malacológicos y muestra arqueo-botánica, entre otros.
Ese antecedente, junto a otros de menor cuantía, terminó por decidir al Servicio de Evaluación Ambiental de la región de Los Lagos a no proseguir analizando la Declaración de Impacto Ambiental (DEA), solicitando a la empresa un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que es más profundo y detallado. Ello, podría retrasar el inicio de los trabajos e incluso, podría hacer peligrar esta obra, toda vez que el contrato de licitación tiene plazos predefinidos que podrían no llegar a cumplirse, salvo si el Municipio de Castro opta por modificar el acuerdo.