Ex Cultivos Marinos deberá pagar 100 millones de pesos a familia de trabajador fallecido en accident
Los reajustes a aplicar al monto final aún están pendientes debido a un recurso de reposición interpuesto en la Corte Suprema por la empresa el 31 de julio.
El 27 de julio recién pasado la Primera Sala de la Corte Suprema rechazó el recurso de casación en el fondo (Causa n°.7632-15) interpuesta por Cultivos Marinos Chiloé S.A. (hoy Cermaq) en contra de la sentencia del 4 de mayo de 2015 de la Corte de Apelaciones de esa ciudad (Causa Rol 904-2014 civ) que a su vez, confirmó la de primer grado (Causa C-5500-2012) donde se acogió la demanda de indemnización de perjuicios que interpuso la familia de Manuel Rivera Ulloa (QEPD) en contra de la empresa por daño moral tras el desafortunado accidente mortal del buzo en 2012.
En la sentencia, confirmada susesivamente por las cortes, se ordenó a la compañía el pago a título de daño moral la suma de $50.000.000.- para la cónyuge demandante y $25.000.000.- para cada uno de los dos hijos, vale decir, un total de 100 millones de pesos, más intereses y reajustes correspondientes desde la fecha en que ocurrió el accidente. Este último punto es el que aún no se sanja del todo dado que la empresa ha recurrido a la Corte Suprema este 31 de julio para que se evalúe un recurso de reposición.
Los hechos
El 6 de agosto de 2012 el buzo mariscador Manuel Rivera Ulloa (QEPD) falleció en un lamentable accidente laboral en el centro de Cultivos Puelche, comuna de Hualaihué, que era propiedad de la empresa Cultivos Marinos Chiloé (hoy Cermaq). Según se desprende de la investigación, la muerte ocurrió por la concurrencia de diversos errores e infracciones a los procedimientos que debieron seguirse para realizar los trabajos destinados a liberar la embarcación “Seivag” perteneciente a la empresa CPT SA, a cargo del Capitán Luis Carrera Vergara, que quedó atrapada entre las balsas jaulas por una mala maniobra.
El fallecimiento se habría producido al proceder don Manuel, por instrucciones del Jefe del Centro Raúl Bravo Sanhueza tras solicitud del Capitán de la “Seivag”, a cortar elementos de tensión que mantenían atrapada la embarcación, los que al ser liberados y como consecuencia de un reacomodo, le quitaron al buzo el cinturón de plomos y la manguera de aire, aprisionándolo contra el casco de la motonave, para finalmente fallecer ahogado.
La investigación arrojó una serie de errores e infracciones a los procedimientos, incluyendo el hecho que a la víctima se le ordenó una labor que estaba fiera de sus competencias técnicas, sin la autorización de la autoridad marítima requerida por la legislación respectiva y sin el equipo apropiado. En la causa nº. O-346-2012 del Juzgado de Letras del Trabajo de Puerto Montt del 9 de mayo de 2013 explícitamente se señala que no, "no hubo exposición imprudente ni culpa de la víctima en el accidente, un buzo con 30 años de experiencia y recientemente certificado en sus competencias laborales como buzo mariscador básico, otorgada por el organismo gubernamental Chile Valora, ya que se limitó a cumplir una instrucción de su jefe directo, en virtud del vínculo de subordinación y dependencia que le impone el contrato de trabajo, ejecutándola con el equipo que éste le proporcionó y bajo su directa supervisión".
Cultivos Marinos
La empresa actualmente forma parte del grupo noruego Cermaq (dueño de la ex Mainstream Chile que cambió de nombre y ex dueño de la empresa de alimentos Ewos), tras ser adquirida en 2011 por un monto valorizado en US$110 millones (entre pago por las acciones y prepago de deuda). Además, desde 2014 es parte de la japonesa Mitsubishi Corporation (MC) luego que Cermaq fuera vendida a dicho grupo asiático sin perder sus oficinas centrales en Oslo, Noruega.
No es un secreto que la compañía tiene un peso significativo en la economía local de la comuna de Ancud, donde tiene una enorme planta de proceso que la llevó a posicionarse como uno de los principales exportadores de salmón en el mundo. De acuerdo a antecedentes disponibles, en 2006 tenía utilidades por alrededor de US$10 millones (más de 6.500 millones de pesos hoy), pero tras la aparición del virus ISA, fue una de las más golpeadas en la industria, pasando a tener pérdidas por US$4,7 millones en 2007 y US$58 millones en 2008 (casi 40 mil millones de pesos en pérdidas), con lo que estuvo a punto de quebrar.
La crisis viral hizo que la empresa realizara ajustes importantes durante esa época, que junto a otros factores, podrían haber incidido fuertemente y de manera residual en la economía ancuditana y en las cifras de pobreza. De hecho, si en 2009 el 9,8% de los ancuditanos era pobre, ya en 2011 dicha tasa se empinaba al 15,4%. Vale decir, durante el gobierno de Sebastián Piñera y la alcaldía de Federico Krüger, el número de pobres aumentó en 50% dentro de Ancud, y se sintió.
A partir de 2010, la empresa empezó una paulatina recuperación con ganancias de US$8,7 millones en ese año, y US$8,5 millones en 2011 hasta venderse. Al 2015, la empresa tiene expectativas altas, con una meta de producir 120.000 toneladas anuales en sus operaciones chilenas.